Sí, puedes practicar Wing Chun teniendo alguna lesión.
Y no solo puedes, sino que deberías hacerlo. Nuestro Arte Marcial viene del Kung Fu, un conjunto de técnicas orientales milenarias, con posturas ergonómicas que mejoran la psicomotricidad, la funcionalidad y la corrección postural de nuestro huesos.
En Wing Chun no existen posturas complicadas ni perjudiciales para la salud. Además nuestro sistema cuenta con ejercicios y formas que mejoran la respiración, la coordinación y la corrección postural, sirviendo incluso de rehabilitación para problemas de espalda, discopatías, hernias, protrusiones, o problemas de artrosis y fibromialgia.