
Hoy te traemos 5 razones para NO practicar Wing Chun, para que estés advertido. No es que no queramos verte el pelo, es que cuando empiezas a entrenar no hay vuelta atrás: tu vida ya no será la misma. Eso sí, para conseguir sus efectos negativos hay que ser constante y engancharse como lo estamos todos. Y no es difícil, para qué vamos a mentir.
1. Abandonarás tu zona de confort
Todos sabemos que hay cambios interiores que generan transformaciones en nuestro modo de vivir y de enfrentarnos a las cosas que nos pasan cada día. Pero pocos saben que a veces pasar a la acción es la mejor forma de que todo se mueva por dentro y por fuera. Hay pequeños-grandes pasos que sacuden nuestra energía y nos llevan a generar formas nuevas de andar por la vida.
Dicen que no hay falta de tiempo sino de motivación, y practicar Wing Chun te irá dando fuerza y seguridad, que son las bases para comenzar cualquier camino importante. Así que, ya sabes: si no quieres salir de tu zona de confort, no lo practiques. ¡Podría cambiar tu vida radicalmente!
2. Tu médico dejará de ser tu colega
Si visitas al médico más que a tus amigos y ya no podéis vivir el uno sin el otro, no practiques Wing Chun. Se le romperá el corazón.
Cuando lleves un tiempo entrenando notarás que tu salud va mejorando, que respiras mejor, que duermes a pierna suelta y que tu sistema inmunológico da saltos de alegría. No es que sea la panacea, sino que al practicar de forma habitual un deporte, y más concretamente, un arte marcial, la energía de tu cuerpo volverá a su equilibrio y todo fluirá como debe. Eso sí, si tu dieta base es la comida basura o le das al botellón todos los fines de semana, ¡no esperes milagros! Eres lo que comes, y eso el Wing Chun no lo podrá cambiar.
3. Tendrás que dar explicaciones… muchas explicaciones
¿Qué te pasa? ¿Has hecho arroz?… Si practicas Wing Chun de forma habitual tu apariencia no será la misma porque tu nueva energía se reflejará en tu mirada y en tu lenguaje corporal. La gente preguntará curiosa cuál es tu secreto. “Practico Wing Chun”, dirás tú… Y ante esta respuesta pueden pasar dos cosas:
1. Te seguirán masacrando a preguntas… porque nadie sabe qué es esa cosa que practicas.
2. Ya no te preguntarán más. Nunca más. Unido a tu atuendo wingchunero, habrán llegado a la conclusión de que estás en una secta. Mejor para ti.
4. Tendrás la sensación de que el resto del mundo va a otro ritmo
Cuando aumenta tu autoconfianza -y, por tanto, tu nivel de entusiasmo y tu rendimiento- tu capacidad de focalizar tus objetivos aumenta en un 300%. No, no es que te vayas a tomar la pastilla roja de Matrix, pero sí te convertirás en una persona más consciente y sabrás defenderte ante cualquier situación, y eso te dará impulso para emprender acciones y proyectos que quizás antes no te atrevías a hacer.
La seguridad que da una técnica tan efectiva de defensa personal junto con la mentalidad y la filosofía del Wing Chun te van a dar unas flamantes alas nuevas para volar hacia tus metas. ¿Estás preparado para algo así?
5. Tendrás que invertir en ropa nueva
No es que el Wing Chun exija kimonos carísimos ni calzado especial, es que ¡vas a bajar de talla! Todos sabemos que el entrenamiento continuado de cualquier deporte te puede hacer perder peso pero las artes marciales te dan, además, una fuerza y una flexibilidad que te recordarán a tu infancia, cuando tu cuerpo seguía a tus impulsos allá donde quisieran llevarte.
Quizás -si no te importa demasiado obviar estas 5 razones- haya llegado el momento de renovar tu vestuario y arriesgarse a estilismos más acordes con tu nuevo cuerpazo y esa actitud de comerte el mundo que vas a estrenar.