
Tómate unos minutos para realizar este Test de Wing Chun. Mediante las respuestas averiguarás muchas cosas de tu personalidad y sabrás qué puede aportar el Wing Chun a tu vida. Te advertimos que no nos andamos con medias tintas!
Si bien es cierto que no existen sólo tres tipos de personalidad, puedes sentirte identificado más con una que con otra y quizás en las respuestas encuentres alguna clave para mejorar tu calidad de vida. ¿Te animas a explorar un poco?
Elige y apunta una de las tres opciones en cada respuesta. Intenta responder con la verdad y no como te gustaría que fuera (a veces no es fácil). Después busca en los resultados la opción que más veces hayas elegido.
1. ¿Qué piensas cuando suena el despertador por la mañana?
A. ¡Ojalá fuera viernes! Espera… ¿Qué día es hoy?
B. Normalmente me despierto antes de que suene y me levanto con ganas de hacer cosas.
C. ¡Maldito despertador! A ver si me toca la lotería y lo tiro por la ventana.
2. ¿Cómo reaccionas normalmente ante los conflictos?
A. Intento no entrar nunca en conflicto. Procuro no implicarme demasiado con nada para no sufrir.
B. Me paro a valorar lo que ha pasado e intento buscar alguna solución constructiva.
C. Normalmente se me van de las manos y acabo furioso.
3. Te echan del trabajo sin darte demasiadas explicaciones. ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza?
A. Pffff… Ahora me tengo que poner a buscar otra cosa… ¡Con lo mal que está todo!
B. No es que me alegre, pero quizás sea el momento de buscar algo que vaya más conmigo.
C. Me voy a ver al director y le monto un pollo que nos oyen hasta en China.
4. Llega el fin de semana y nadie puede quedar. Te quedas sin plan, en casa, solo.
A. Llamo a unos cuantos y les intento convencer, pero no da resultado… Me pongo la última temporada de mi serie favorita hasta que me quedo frito.
B. Aprovecho para hacer esas cosas pendientes para las que nunca tengo tiempo.
C. Me dan los siete males. ¡Necesito salir! Me voy solo, que seguro que me encuentro con alguien.
5. Tu pareja decide que es mejor seguir cada uno por su lado. ¿Cómo reaccionas?
A. Me hundo. No me lo esperaba para nada.
B. La verdad es que ya no estábamos bien juntos. No es fácil, pero toca un tiempo de soledad para recomponerme y saber lo que necesito.
C. ¿Me están dejando? ¿Otra vez? ¡La vida es una mierda! Voy a salir a darlo todo, que necesito quitarme esta angustia.
6. Se ha roto algo en casa y te pones a arreglarlo. No te sale ni a la primera ni a la segunda…
A. Lo dejo ya. ¡Que no se diga que no lo he intentado! Voy a llamar a un técnico.
B. ¡Vamos a por la tercera! Esto no va a poder conmigo. A ver qué dice Youtube…
C. Lo termino de romper yo de un golpe porque ya me está comiendo la moral.
7. Vas a tu panadería preferida y te atiende un empleado de mala manera y sin mirarte a la cara. ¿Qué haces?
A. ¡Será maleducado! Pero bueno, qué formas son estas… Ya no vuelvo.
B. Tendrá un mal día el hombre… ¡Voy a darle un tiento a este pan!
C. Le llamo la atención y le digo que a mi no me habla así ni mi madre, y si se pone farruco le pido la hoja de reclamaciones.
RESULTADOS
Mayoría de A: Inercia Man
A ver cómo te lo decimos: ¿Te has planteado que vives por pura inercia?
Quizás no tengas un objetivo claro en la vida o nunca te hayas planteado que deberías tenerlo para poder enfocar hacia lo que verdaderamente quieres, pero el caso es que estás en un punto en el que deberías empezar a preguntarte ciertas cosas.
Si tienes la sensación de que vas dando bandazos, de que asumes lo que va viniendo porque es lo que te ha tocado y de que no puedes hacer demasiado para cambiar lo que te rodea no sabes lo equivocado que estás, sobre todo porque nada cambiará a tu alrededor si no realizas un trabajo contigo mismo primero. Lo grande o pequeño que sea el foco con el que das luz a tu vida va a definir lo que veas cada día.
En tu caso, el Wing Chun sería muy beneficioso porque te pondría los pies en la tierra, te obligaría a tener rutinas nuevas y, a base de practicar, irías saliendo poco a poco de tu zona de confort y cogiendo esa fuerza de la que careces y que te hace tanta falta.
Nunca es tarde para dar un giro. Si no quieres que tu vida te siga llevando por inercia de acá para allá, empieza a coger las riendas. Nadie lo hará por ti.
Mayoría de B: La templanza hecha persona
¡Enhorabuena! Eres una persona consciente. Y no es fácil encontrar gente como tú.
Seguramente más de una vez hayas emprendido caminos de crecimiento personal y también seguramente hayas pasado por alguna que otra “noche oscura del alma” que decía San Juan de la Cruz, pero lo que está claro es que tú quieres y necesitas estar bien y mejorar cada día.
Se te da muy bien -o al menos lo intentas- algo que no es sencillo y que supone una de las claves de la felicidad: la gestión positiva del cambio. Consideras que éste es parte de la vida y que quien se resiste a él está muerto, a pesar de que casi nunca es un camino de rosas. Más bien todo lo contrario: da tanto miedo que hay que ser muy valiente para enfrentarse a él de continuo. ¿Y qué es la vida sino eso?
En tu caso, el Wing Chun te puede aportar un equilibrio y una seguridad en ti mismo que te ayudarán a emprender esos cambios y a llevarlos a buen término. El ejercicio físico continuado, además, te coloca en la tierra y te libera de muchas trabas mentales que a veces te impiden ver con claridad.
No sólo serías un gran alumno… sino que podrías llegar a ser un gran maestro. Tienes las cualidades que hacen falta para formarte y para enseñar a otros todo lo que sabes. Si estás buscando dar un giro profesional, quizás esta sea la profesión de tu vida.
Mayoría de C: La lucha sin sentido
Mira que en Wing Chun nos gusta pelearnos… Pero con un sentido y una conciencia de la lucha diferente a la que tienes tú.
Igual no te has dado cuenta, pero tienes un grave problema: estás muy nervioso casi todo el tiempo. Vives nervioso. Quizás estás en una vida que no quieres llevar, o tienes tanto estrés que ya no puedes ni ver lo mal que estás, o quizás tienes rabia acumulada por cosas que te han pasado y no has sabido gestionar… No lo sabemos. Pero el caso es que aquel dicho de que recoges lo que siembras es una verdad como un templo y por eso tu vida no es ni de lejos lo que te gustaría que fuera.
Pero ¡no cierres este post aún! Te vamos a decir algo bueno: hay esperanza. Siempre la hay. Todos pasamos por infancias más o menos difíciles, por parejas destructivas, por momentos que nos dejan cicatriz o por pérdidas irreparables… pero el pasado no puede seguir siendo una excusa para no luchar por un futuro mejor.
Si quieres empezar por algo sencillo, busca la manera de sacar toda esa energía en un deporte de contacto que te aportará, no sólo la liberación de adrenalina (como podría ser el boxeo) sino el equilibrio de cuerpo y mente, y esa paz que tanto necesitas. El Wing Chun sería perfecto para ti. Quizás al principio se te haga difícil porque para dominar un arte marcial necesitas tiempo -aunque desde el principio os damos mucha caña- pero pronto comprobarás su eficacia y a la larga sentirás una gran satisfacción, estamos seguros.
Alguien dijo que no se puede pretender conseguir algo nuevo si siempre hacemos lo mismo, ¿no? Pues a probar, que merece la pena intentarlo!