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5 inmensos regalos que te dan las Artes Marciales

Beneficios Artes Marciales Móstoles
Los beneficios de las Artes Marciales son incontables. Cada persona que las practica pondrá el foco en aquellos que más le han ayudado acercarse a sus objetivos vitales. Ejemplo de ello son los testimonios de algunos de nuestros alumnos. Pero hoy nos queremos centrar en 5 beneficios que suponen auténticos regalos y que difícilmente encontrarás reunidos en ninguna otra actividad física.

 

1. Te sitúan en el AQUÍ y en el AHORA

Por qué practicar Artes Marciales
Si te pones a analizar tu día a día, ¿cuántas veces consigues prestar atención plena a lo que estás haciendo o a quien está delante de ti? Responde de forma sincera. Pocas o ninguna, ¿verdad? Y es que no sólo nuestro entorno está sobresaturado de información y de estímulos. Nosotros mismos nos hemos convertido en auténticas máquinas multitarea. Hiperactivados y sin tiempo para nada, no somos capaces de permanecer en el presente ni un instante.

Tomar conciencia del aquí y del ahora -el llamado mindfulness nos devuelve al origen, a lo que somos, a lo que hace que nos sintamos parte del universo. Pero no es fácil. Hay que hacer algún tipo de meditación o practicar una disciplina que tenga un fuerte componente de equilibrio energético, como las artes marciales. A un nivel eminentemente práctico, en las artes marciales es imprescindible estar atento porque si no te puedes llevar un golpe. ¡Es pura supervivencia!

En otra entrada hablaremos de la línea central -base de la práctica del Wing Chun- y de cómo toda tu energía se desarrolla a partir del control o descontrol de tus pensamientos y movimientos respecto a ese centro en el cual deberíamos tratar de permanecer siempre. Pero hoy sólo te diremos que desde el minuto uno de entrenamiento se notan los beneficios de tomar conciencia plena de lo que estás haciendo. Y con la práctica se modifica hasta la bioquímica del cuerpo.

 

2. Te empoderan

Clases de Wing Chun en Móstoles

No hay otra palabra que pueda definir mejor la sensación de poder y de fuerza que se genera al practicar un arte marcial. El hecho de movilizar la energía e ir superándote día a día y de entrenar con personas que tienen tus mismos objetivos hace que, cuando sales de clase, te veas más fuerte y con ganas de seguir por ese camino en otros ámbitos de tu vida.

Sentir que puedes defenderte ante una posible agresión y que en un momento de indefensión eres capaz de tomar contacto con tu energía y utilizarla como una herramienta para sobrevivir hace que tengas una visión de la vida y del mundo menos temerosa.

En la mayoría de ocasiones nuestros miedos son infundados pero están ahí. Enfrentarse con ellos por medio del cuidado de tu mente y tu cuerpo puede ayudar a fortalecer el ánimo hasta llegar a desaparecer. Muchas veces se trata simplemente de tener la cabeza fría para tomar una decisión inteligente y eficaz en segundos. Y esa decisión puede ser echar a correr como si no hubiera un mañana.

En el caso de los más pequeños, que pueden llegar a sufrir acoso escolar, o de personas que padecen bullying en el trabajo, ciertas disciplinas marciales como el Wing Chun son altamente recomendables para aumentar la autoestima y eliminar la sensación de indefensión y sumisión a la que han podido llegar. Encontrar un buen maestro en el que confiar es, en estos casos, primordial.

 

3. Te hacen más humano

Beneficios Artes Marciales

El ser humano es un animal social, eso es una obviedad. Pero entonces, ¿por qué nos relacionamos tan mal? Y ahora te estarás preguntando adónde quiero llegar. Un poco de paciencia, pronto lo verás.

Nos relacionamos con otras personas desde la mente o, en el mejor de los casos, desde el corazón. Ambas formas suelen utilizar la palabra como medio de expresión. Quien tiene con quién hacerlo, se relaciona físicamente (y no siempre). La cuestión es que necesitamos tocarnos para sobrevivir, pero en nuestra sociedad -y aún más en otras- está mal visto o incluso genera rechazo. Para terminar de sumar, con el auge de las redes sociales lo virtual va tomando cada vez más peso. Nos alejamos sin darnos cuenta de un contacto personal, real y físico que necesitamos como el respirar.

La película Crash nos mostraba unos personajes tan solos y abrumados por sus pensamientos que tienen que chocar literalmente para poder tener contacto físico con alguien. Así pueden vivir sensaciones imprescindibles para la supervivencia. En un momento dado, uno de ellos dice: “Es la sensación de contacto, en cualquier ciudad por la que camines, ¿comprendes?, pasas muy cerca de la gente y ésta tropieza contigo. En Los Angeles nadie te toca. Estamos siempre tras este metal y cristal y añoramos tanto ese contacto que chocamos contra otros sólo para poder sentir algo.”

¿Ya sabes por dónde voy?

Cuando alguien te toca, tu piel envía una señal a tu cerebro para que reduzca la producción de cortisol, la hormona responsable del estrés. Además se estimula tu sistema nervioso parasimpático, uno de nuestros principales mecanismos de relajación. Eso provoca que se liberen hormonas como la serotonina, dopamina y oxitocina, causantes en parte de la sensación de bienestar y de confianza en uno mismo.

Muchos artistas marciales no habrán reparado en ello, pero el hecho de que en nuestras disciplinas exista un contacto físico tan rotundo y compartamos energía a tantos niveles nos hace sentir muy bien y nos aleja de la soledad a la que nos aboca nuestra aséptica cultura. Sólo hay que ver los magníficos moratones con los que llegamos a casa 😉

 

4. Te quitan la estupidez

Practica artes marciales

Sifu Nino Bernardo dijo una vez “alguien me preguntó qué hace el Wing Chun por mi: me ayuda a reducir mi propia estupidez y tengo un grandísimo trabajo”. También dice que es una actividad que juega con tus emociones y te familiariza con tu tendencia a caer en el enfado.

Todos los que practicamos un arte marcial hemos comprobado cómo muchas de las cosas que machacaban nuestra cabeza antes de entrar en clase se relativizaban o habían desaparecido tras el entrenamiento. Quizás es otra de las razones por las que las artes marciales enganchan: te liberan de muchas tonterías sin necesidad de perder tiempo dándoles mil vueltas o de llenar los oídos de tus amigos de basura que no necesitan.

Aquí tienes un vídeo imprescindible de Nino Bernardo donde cuenta su visión del Wing Chun. Poco más podemos añadir a lo que cuenta:

 

 5. Te divierten… y mucho

Kung Fu Wing Chun

Las artes marciales son en apariencia algo muy serio y concienzudo… Pero hemos de decir que una de las razones por las que son tan adictivas es que te diviertes y te emocionas como un niño pequeño.

Dicen que cuando dejamos de jugar estamos muertos y sólo tenemos que pararnos a pensar un poco para darnos cuenta de que seguimos jugando y buscamos vivir aventuras toda nuestra vida. Las video consolas, los naipes, la lotería, las tragaperras, los deportes de competición, las aplicaciones de los móviles o las actividades multiaventura como el paintball o el rafting son algunas de las formas de jugar a las que acudimos de adultos cuando ya no tenemos edad para jugar a las canicas, los coches o las muñecas.

Para que suenen más “formales” los llamamos hobbies o, en los casos menos sanos, vicios, pero la cuestión es que cada uno se busca su entretenimiento y su forma de generar adrenalina como puede porque es vital… y porque -no lo olvides nunca- hasta el día en que nos vamos de aquí seguimos siendo niños que juegan a ser mayores.

¿Qué dices? ¿Jugamos?

 
www.wingwaysystem.com
 

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